viernes, 30 de abril de 2010

Desfiladeros 1



El problema de Leticia está centrado en su propia sombra. Ha recorrido los caminos del mundo sin salir de su pequeño pueblo y ha estado durante años mirando siempre el mismo paisaje, no el que la rodea sino el paisaje que su imaginación recrea ante cualquier estímulo. Lo mismo sucede con las personas y con los problemas que puede haber su alrededor . Leticia sólo entiende lo que le sucede a ella. Es consciente de su distanciamiento y ,es más, a quien la interroga sobre esta situación,  responde con un taxativo " Es elección mía " y calla.  Nadie ya , a esta altura de sus treinta y tres años , le pregunta nada más. Leticia está en su mundo y crea su mundo a su medida. No importa, por ejemplo , la estación del año real, ella vive en la estación que quiere y actúa acorde con ese acomodamiento temporal. Leticia no tiene los conflictos que tienen los demás , tiene otra clase de conflictos que sólo ella conoce. En el pueblo nadie se atreve a decir que está loca porque Leticia es la hija del único médico del pueblo. Simplemente dicen, "Es Leticia" y no se comenta nada más. Ayer apareció ,en pleno estío, cubierta con un pesado abrigo oscuro. Era de su madre. Lo dejó en el ropero  junto con otras prendas , ese día lluvioso y frío cuando se fue de la casa.  Así vestida  , atravesó la calle principal en dirección al espigón de donde parten las barcas hacia el mar profundo. Hacía mucho calor pero Leticia no lo sentía.  Pasó delante de la farmacia y don Pablo la saludó con un cordial " Hola Leticia " , sin agregar nada. Ella le contestó sonriendo y siguió su camino. Al llegar al espigón  se quedó allí , estática , mirando un punto en la lejanía que sólo ella sabía cuál podía ser. De pronto escuchó detrás de sí , la voz de Dolores Saavedra , la mujer del farmacéutico:  "Leticia- le dijo - te tenés que ir del pueblo. Las pastillas que te da tu padre y que prepara mi marido,  te están haciendo mal. Sos inteligente. Despertate. Alejate lo más pronto posible de tu padre porque vos sabés qué te hizo él después que tu madre se fue. Yo prometí no meterme pero hoy cuando te vi pasar dije , Basta ! y aquí estoy, diciéndote lo que vos sabés muy bien que tenés que hacer."  Dolores no esperó la reacción de Leticia. Se volvió sobre sus pasos y regresó a su casa, a su marido cómplice y a una vida que había perdido como la estaba perdiendo Leticia porque nadie le dio una mano para salir del infierno del abuso, ese abuso que también ella había sufrido al quedar sola al cuidado de su único tío , quien  hace diez años es su marido , y que vino a ocupar el lugar de la familia después de que el voraz incendio la dejara huérfana y aislada del mundo. Leticia ha escuchado a Dolores, pero sigue allí , estática , con el inapropiado abrigo de su madre mirando ese punto que sólo ella sabe dónde está y qué representa.