lunes, 12 de abril de 2010

Maltratos en la Literatura 2

Pedro Páramo, Juan Rulfo


" Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus  manos en señal de que lo haría ; pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. " No dejes de ir a visitarlo - me recomendó -. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura que le dará gusto conocerte. " Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aún después de que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.
       Todavía antes me habría dicho:
        _ No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio...El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
        _ Así lo haré , madre.

Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta ahora pronto que comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala ."